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. . . Y la sabiduría para saber la diferencia.
Dios, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
Valor para cambiar las cosas que puedo,
Y sabiduría para saber la diferencia.
- Reinhold Niebuhr
Todos hemos escuchado la oración de serenidad al menos una vez. Para cada uno de nosotros, en diferentes momentos de nuestras vidas, sobresaldrá una parte diferente. Quizás sea la serenidad, aceptar lo que no se puede cambiar cuando se enfrenta a una situación difícil pero inmutable. Cuando enfrente a un obstáculo o una transición, tal vez sea el coraje de cambiar lo que pueda, para superar el obstáculo. Sin embargo, para muchos, la parte más difícil es la sabiduría. ¿Cómo podemos saber que es lo que requiere nuestra aceptación y que es lo que exige nuestro coraje?
En mi publicación Let It Go (Déjalo ir), hablé sobre como dejar una relación que es claramente tóxica. Hoy, sin embargo, quiero pensar en como saber cuando seguir adelante, cuando algo simplemente no funciona. Es posible que nadie haya hecho nada malo, nadie sea el "Chico malo" y sin embargo, simplemente no funciona. ¿Cómo podemos saber si esta es una situación que exige nuestro coraje para cambiar lo que podemos o si es el momento de aceptar que esto no se puede solucionar?
Todas las relaciones tienen altibajos. A veces es un desafío debido a factores estresantes externos o cambios en la estructura entre la pareja. Si decidimos abandonar la relación en el momento en que se convierte en un desafío, nunca estaremos en una relación por mucho tiempo. Ser capaz de superar las dificultades, es clave para las relaciones duraderas y el coraje para seguir con algo desafiante es a menudo de los rasgos más útiles.
Sin embargo, a veces nos encontramos en una relación que comenzó con muchos altibajos, pero que ahora es mayormente baja. O bien, nos encontramos en un punto tan bajo que no podemos ver como podríamos lograrlo. Podemos notar en el comportamiento de nuestra pareja durante ese período de inactividad, cosas que nos dificultan ver como podríamos permanecer con ellos después de haber experimentado esta parte. Cualquiera sea la experiencia, a veces lo que estamos llamados a hacer, es aceptar que esta relación no se puede cambiar a una que funcione y luego encontrar el coraje para seguir adelante.
Entonces, ¿Cómo lo sabe? Yo le pregunto a mi corazón / intestino / intuición. Compruebo conmigo mismo y me pregunto: "¿Puedo verme amándolo al otro lado de esto?" Pienso si esto parece ser una espiral descendente o simplemente una pausa temporal. Le pregunto a mi corazón si esto sigue siendo lo que necesito. A veces, hago experimentos donde considero la idea de terminar las cosas o de quedarme y ver cual me hace sentir más centrada. Me preguntaré: "Si esta persona nunca cambia y este es el nuevo status quo, ¿Podría yo ser feliz aquí?" Y si no puedo, ¿Qué necesitaría? ¿Y podría dármelo?
Al final del día, no hay una manera segura de saber si la respuesta es quedarse o irse. Evalúe verdaderamente ambos, una buena sacudida le da la mejor oportunidad de ver por si mismo cual podría ser la opción correcta.
Que tenga la serenidad, el coraje y la sabiduría que necesita para tomar decisiones. Y si se encuentra luchando, envíeme un mensaje, ya que hablar sobre estas decisiones con un amigo de pensamiento, a veces puede ser la forma más fácil de encontrar su camino.
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